¡A comprar! |
Cuando creía haber perdido la capacidad de asombro con las costumbres de compra de mis hijas, este jueves pude ver que no hay que subestimar a las adolescentes ni a los comerciantes americanos que viven de ellas. Para mi sorpresa, un par de centros comerciales decidieron abrir sus puertas a media noche con las “mejores” de las ya “maravillosas” ofertas del viernes negro. Y como no, mis hijas no pudieron perder esa oportunidad…