domingo, 31 de marzo de 2013

Tu también puedes ser un “experto”


Mira nena...soy un experto...
La importancia de un review en internet

El otro día tuve la suerte de probar antes de que salgan al mercado los esquís de competición para el 2014 de Atomic, así como los de “Powder” de este año. Quien quiera ver lo bien que nos lo pasamos, que haga click en este link. El resto de mortales a los que no les interesa lo más mínimo el esquí (tengo entendido que existen) se estarán preguntando el por qué de esta historia.

Cuando acabamos felices nuestro día de montaña, entre chuleta de cordero y tinto del país, mi amigo Pablo me pidió el favor de que publicara un review de los esquís en Facebook. Ni corto ni perezoso me puse en ello, y la verdad es que creo no me quedó tan mal (abajo podeis ver el resultado). Pero esto me puso a pensar en qué autoridad tengo yo para hacer un review sobre esquís de alta gama, incluso de competición. Es verdad que me gusta mucho esquiar, es verdad que me informo y estoy al tanto de las últimas innovaciones, y es verdad que llevo años usando diferentes equipos y entiendo algo del tema. Pero de ahí a ser un experto hay mucho trecho.


En realidad tiene su lógica. Como consumidores nos gusta buscar información y recomendaciones sobre los productos y servicios en los que estamos interesados.  Por un lado está la publicidad, que está probado nos gusta, pero con la que tenemos una relación de amor y odio. Idealmente queremos tener también la opinión de un gurú que nos pueda iluminar rápidamente sobre el tema, pero con tanta comercialización nos cuesta creer que esta persona no tenga agendas paralelas a la hora de vendernos algo. ¿Entonces, qué mejor que preguntarle a mucha gente y ver cual es el consenso de los usuarios? E incluso mejor, ¿y si esta gente son conocidos o personas de confianza?

Es aquí donde la tecnología de la información hace una diferencia salvaje. Hoy es fácil, y con un costo marginal casi nulo, preguntar a cientos y hasta miles de personas sobre un tema. Desde una búsqueda básica en Google (“cuál es el mejor restaurante peruano en NY” y ver qué pasa), pasando por respuestas consolidadas por usuarios (una búsqueda en tripadvisor sobre “restaurantes peruanos en NY”, por ejemplo), hasta sitios como ask500people donde se puede publicar una pregunta online y recibir en poco tiempo una respuesta de 500 personas en base a varios parámetros básicos. La información está literalmente en la palma de la mano en tu smartphone.

¿Pero nos podemos fiar de extraños? Esto funciona porque intuitivamente entendemos que sí. La base es un concepto sociológico acuñado por James Surowiecki que se llama “the wisdom of crowds(la sabiduría de las masas), donde se ha comprobado que si preguntamos a un numero lo suficientemente alto de personas sobre cualquier tema, la probabilidad de acierto es mucho más alta que si lo dejamos al azar, e incluso en algunos casos, que si preguntamos a los supuestos expertos (todos sabemos que es uno de los mejores comodines en el programa concurso Quién quiere ser Millonario). Es por esto que a la hora de buscar un nuevo teléfono o ver dónde vamos a cenar, cada vez más usamos las herramientas tecnológicas a nuestro alcance para ver que opinan otros, desde amigos cercanos, pasando por expertos, hasta totales desconocidos.



¿Cuál es la moraleja de toda esta historia? Los canales de comunicación e influencia a los consumidores están sufriendo un cambio y una democratización salvaje. Como ya comenté en un blog anterior (Pamplina y otras palabras con P), tenemos que ceder parte del control de las marcas a nuestros consumidores, hacerlas permeables a su influencia. Nuestro rol es definir quiénes somos, cuál es nuestra promesa de valor, asegurarnos que la cumplimos consistentemente, y moderar la comunicación con nuestro público de forma que por un lado entiendan cual es nuestro mensaje y por otro puedan expresarse e incluso influenciar la evolución de la marca.

Miles de reviews, ya sean formales (medios/websites especializados), informales (en Facebook como el mio) o simples comentarios o conversaciones, ocurren sobre nuestras marcas todos los días. Es importantísimo disponer de las herramientas y el talento necesario para monitorear y manejar el inmenso caudal que se nos va de las manos. Tenemos por ejemplo expertos en “forensic listening” como TrueVoice, que se dedican a monitorear y cualificar las conversaciones digitales sobre temas y marcas, y en base a estas “escuchas” sacar conclusiones, insights e incluso planes accionables para ser más relevantes con los consumidores.

Me pregunto si Atomic sabe que su marca ha estado en mis manos, aunque me imagino que si le pidieron a mi amigo Pablo, que es “tester and influencer” (probador y líder de opinión) de la marca que corriera la voz, de forma indirecta son conscientes de lo que están haciendo. Yo por mi lado, y como decía mi abuela, en sus lenguas quedo. Trátenme con cariño.

¡Hasta la próxima!


Con más de 20 años de trayectoria profesional, Hernando Ruiz-Jiménez combina una amplia experiencia corporativa (PepsiCoDiageoLeo Burnett) con exitosas aventuras empresariales (ImpremediaWireless Idea) y estudios en las prestigiosas escuelas de negocios de Villanova y Stanford University, para traernos una visión fresca y distinta de los temas de interés y actualidad en el mundo del marketing.


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