domingo, 5 de agosto de 2012

¿Es marketing si es ilegal?

El Economist presenta una visión muy critica e inteligente del negocio de la droga

Duro, realista, despiadado, cínico, desolador, genial, oportunista…la verdad es que no estoy claro cual es el mejor adjetivo para calificar el último articulo de “Schumpeter” en el Economist. El articulo, titulado “Narconomics”, describe “las lecciones de negocios que podemos aprender de los barones de la droga mejicanos.” Con un tono muy irónico, entre serio y divertido, vemos un análisis de demanda, donde
aprendemos que en USA el consumo se ha movido hacia la marihuana, con un descenso de la cocaína (la cual es ahora más consumida en Europa), y la entrada de mercados “emergentes” en el consumo, como Australia. Pasamos por una examen de las estrategias de distribución (donde no existen impuestos ni tarifas), por una discusión sobre calidad de producto (la cual es irrelevante, pues las penas son las mismas independientemente de la calidad) y por estrategias de contratación de personal (¡qué difícil es para todos encontrar buenos empleados!). Acaba el articulo examinando las políticas de relaciones públicas y “responsabilidad social corporativa“ (palabras del Economist, no mías) de los carteles de la droga, dando un golpe (que yo considero bajo) a la iglesia católica para cerrar con un “Bang”. Reconozco que soy fan del Economist, pero este articulo me ha dejado un poco pasmado.

Por un lado, es verdad que el mundo de la droga es un negocio, y como tal le aplican las reglas de los negocios. Oferta y demanda son importantes. Existen estrategias de producto y distribución. Hay políticas de precios y canales de comunicación, en gran parte virales. Si queremos hacer algo tenemos que entender estas dinámicas y ver como actuar con las mismas. Una guerra a la oferta sin un esfuerzo por controlar la demanda es algo insensato (oferta sin demanda no existe). Por otro lado, reducir la oferta de forma independiente solo hace que los precios suban, como bien sabe cualquier estudiante de primer año de economía. No solo esto, sino que la escasez hace al producto más “deseable”, y tratándose de productos de baja elasticidad, la calidad baja, los márgenes se disparan, y en general se aumenta aun más el incentivo para la oferta. Gran parte del problema en la lucha contra la droga es la hipocresía con que se afronta el tema y en esto tiene razón “Schumpeter” en ser despiadado e irónico.

Lo que me deja frio es la falta de sensibilidad en relación a un gran problema, tanto en los países consumidores como en los productores (donde también existe una creciente demanda interna). Estamos hablando de “empresas” que compiten literalmente a muerte, dejando un paso de terror y dolor donde operan con una enorme carga social. Aquí no hay ente regulador, ni reglas de calidad, ni políticas de empleo. Quizás este es en gran parte el punto del articulo, pero no por ello se puede banalizar el problema. Una cosa es defender el modelo de capitalismo liberal y sus virtudes que son muchas, y otra es alabar el extremo de un capitalismo despiadado, ilegal y sangriento, aunque sea “de broma.” Sí, es negocio y es marketing aunque sea ilegal, y por eso hay que tomárselo más en serio. Guardando las distancias, que son estratosféricas, este fue uno de mis grandes aprendizajes trabajando con bebidas alcohólicas, donde teníamos un código muy estricto de conducta y responsabilidad, pues sabíamos que el consumo excesivo e irresponsable de nuestro producto podía tener consecuencias catastróficas. Si los formadores de opinión no nos tomamos en serio el tema, no podemos esperar que el consumidor lo haga. De nuevo,  hay un alto riesgo en banalizar el problema y no se puede ser irresponsable con el mismo.

Entiendo que “Schumpeter” está siendo fiel a el valor de “creative destruction” (destruir para crear - expuesto por el economista austriaco en cuyo honor se da nombre a la columna), pero en este caso creo que se ha pasado con la destrucción y no aporta nada nuevo en el área creativa. El tema de las drogas es bien complicado y merece ser tratado con más delicadeza y profundidad…Aunque a veces una dosis de ironía no viene mal…sigo confuso, que se le va hacer…

¡Hasta la próxima!


Con más de 20 años de trayectoria profesional, Hernando Ruiz-Jiménez combina una amplia experiencia corporativa en compañías como PepsiCo, Diageo y Leo Burnett, exitosas aventuras empresariales como Wireless Idea, y estudios en las prestigiosas escuelas de negocios de Villanova y Stanford University, para traernos una visión fresca y distinta de los temas de interés y actualidad en el mundo del marketing.

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