Los directivos de marketing están
imponiendo sin darse cuenta valores desfasados a sus marcas y a sus equipos.
Hace
unos meses trabajando con una marca enfocada en jóvenes adultos tuvimos un
momento “Eureka”. Después de desgranar etnografías y mapear resultados, las
motivaciones de consumo reflejaban valores de la generación Y. Lo interesante fue
cuando evaluamos la categoría descubrimos que un 90% de las marcas caían bajo
los valores de la generación X…¡Dejando abierta una gran oportunidad de
negocio! Esto me puso a pensar... ¿Cómo estas grandes marcas, habiendo
estudiado e invertido en la generación Y desde hace años, siguen utilizando
valores y lenguaje que las identifican con la generación anterior?
La
generación X son individuos entre 30 y 45 años, mientras la Y tiene entre 15 y
30 con valores distintos y hasta contradictorios. Pero más allá de fijarnos en
las diferencias a nivel consumidor, enfoquémonos en el departamento de
marketing de la empresa. Aquí la línea divisoria es trazada entre jóvenes “gerentes
Y”, más preparados para manejarse en el mundo digital, versus experimentados “directivos
X” para poder explotarlo. Lo que creo que nadie se ha parado a pensar es que el
problema no está en su capacidad y experiencia tecnológica o de marketing, sino
en algo tan básico cómo el efecto que esta división tiene en el proceso de toma
de decisiones sobre la marca.
En principio, la esencia de una
gran marca debería ser inmune a problemas generacionales. ¿Si nuestra marca
personifica por ejemplo el “deseo de progreso” del consumidor, no debería esta
esencia, la interpretación de “progreso”, ser expresada y evolucionar sin dificultad?
¡Señores y señoras, empieza la gran batalla intergeneracional del departamento
de marketing!
Round 1: La pelea en realidad
empieza 10 a 15 años atrás. El éxito de la marca de hoy se debe al gran trabajo
de marketing hecho por los entonces gerentes X y su liderazgo en el tiempo. Round para X.
Round 2: La generación Y crece. Sus
valores son distintos y contradictorios con los de la X. Los gerentes X inteligentemente
estudian a su nuevo público e incluso empiezan a contratarlos. Empate.
Round 3: La revolución digital y
de medios sociales presenta un reto real. Los ya directivos X tienen que ceder
el control ejecucional a los nuevos gerentes Y, que se afianzan en la organización.
Round para Y.
Round 4: Los directivos X contraatacan,
reafirmando su autoridad a través del control estratégico de la marca (en el
fondo ellos la llevaron a ser lo que es hoy) y del presupuesto. Los gerentes Y
serán los que conduzcan, pero los X deciden en qué dirección y a qué velocidad.
Round para X
Y aquí se recrudece la pelea.
Tenemos a una generación directiva que aun habiendo cedido espacio a la más
joven, todavía controla en lo práctico la aprobación de campañas y presupuestos.
La presión sigue creciendo. Los directivos X determinan de facto como la marca se
convierte en algo tangible imponiendo así, subconscientemente y con la mejor de
las intenciones, su forma de ver el mundo. De ahí que los consumidores sigan
identificando a estas marcas como X, diluyendo su relevancia y en muchos casos
sus ventas a pesar de los esfuerzos por evolucionar (el mundo de las colas en
USA es un buen ejemplo).
¿El final de la pelea? Yo apuesto a
la victoria de Y por KO en un par de rounds. No sólo los gerentes Y siguen
creciendo en números y experiencia. Los medios sociales les están dando cada
vez más control sobre el mensaje de la marca, la cual está siendo virtualmente “descentralizada”.
Es responsabilidad ahora de los directivos X elevar su función. Dos áreas de foco.
Primero, asegurar la integridad estratégica de la marca (“mi marca representa
progreso”) y no la táctica (“anuncio donde progreso se presenta como deportivo
descapotable”), cuyo desarrollo debe ser cedido a aquellos que están más cerca
del consumidor. Segundo, capacitar y hacer crecer a sus equipos, dándoles apoyo
y autonomía a la vez. El resultado serán marcas que seguirán siendo saludables de
aquí a 10 ó 15 años, cuando sus ya experimentados directivos Y tendrán que
lidiar con los nuevos y molestos gerentes Z.
¡Hasta la próxima!
Con
más de 20 años de trayectoria profesional, Hernando Ruiz-Jiménez combina una
amplia experiencia corporativa en compañías como PepsiCo, Diageo y Leo Burnett,
exitosas aventuras empresariales como Wireless Idea, y estudios en las
prestigiosas escuelas de negocios de Villanova y Stanford University, para
traernos una visión fresca y distinta de los temas de interés y actualidad en
el mundo del marketing.
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