…¿pero
de qué marca era?
Impresionante como lo obvio puede
ser genial. “Si no te gusta el matrimonio gay, no te cases con un gay.” Un
simple juego de palabras sobre un tema de actualidad que llama la atención y
nos hace sonreír.
Hasta aquí todo bien. La teoría dicta que al haber conseguido nuestro interés, nos fijaremos en el producto o servicio que nos trae este mensaje, y por asociación esto afectará nuestra imagen de marca (positivamente, o eso pensamos), y por ende a largo plazo nuestra decisión de compra.
En mi opinión esto funciona en
contadas ocasiones. Las estrellas tienen que alinearse de la siguiente forma: 1.
La frase tiene que ser de verdad bien ingeniosa y sacar una sonrisa (al
consumidor...no al equipo de marketing, la agencia, o la esposa del jefe). 2. La
frase tiene que tener algo que ver con la marca/categoria. 3. Ésta es muy poco
conocida, siendo su principal necesidad el reconocimiento de marca (Brand
Awareness), de forma que el simple hecho de que nos fijemos en que existe sea de
valor. En algunos casos puede funcionar para marcas del altísimo
reconocimiento, consiguiendo que la tengamos presente por encima del resto (Top
of Mind Awareness).
Por lo general, estas
circunstancias se dan muy poco, y nos encontramos con publicidad bien ingeniosa
(o que creemos bien ingeniosa) que no añade nada a la marca que la anuncia.
Moraleja: Antes de enamorarnos de
la creatividad, asegurémonos que ésta cumple su cometido y tiene la efectividad
que necesitamos.
Para finalizar, una pregunta
rápida: ¿De qué marca es el anuncio de la foto?
¡Hasta la próxima!
Con
más de 20 años de trayectoria profesional, Hernando Ruiz-Jiménez combina una amplia experiencia
corporativa en compañías como PepsiCo, Diageo y Leo Burnett, exitosas aventuras
empresariales como Wireless Idea, y estudios en las prestigiosas escuelas de
negocios de Villanova y Stanford University, para traernos una visión fresca y
distinta de los temas de interés y actualidad en el mundo del marketing.
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